Caracterizada por sus perfumados naranjos y su río de aguas transparentes, lo que hoy se conoce como Luján de San Luis nació del brío de precursores ganaderos estancias y puestos se diseminaron en la llanura pastoril.
Lleva el mismo nombre que su principal centro religioso, la Parroquia Nuestra Señora del Luján, la cual exhibe una arquitectura de fines del S XVIII y principios del S XIX, y fue apadrinada en tiempos de su surgimiento por la familia Loyola.