La actividad del hombre en este territorio, como en gran parte de San Luis, data de la época precolombina cuando los asentamientos indígenas existentes – Comechingones, Huarpes, Michilingues, Pampas, Olangasta – iniciaron el desarrollo de la minería, la alfarería y el cultivo en forma primitiva, siendo luego desplazados por la colonización.
Específicamente, el origen de este poblado se relaciona con la llegada del Ferrocarril, siendo delineado en 1905 por el Ingeniero José H. Moyano, junto a la estación de La Toma, sobre tierras donadas por Don Pedro Garciarena.
La Toma, pronto se transformaría en un centro minero, dedicado en especial al mármol onix, descubierto en 1895 en las Canteras de Santa Isabel, ubicadas en el Cerro Tiporco.
Fundada el 31 de marzo de 1906, el nombre de la ciudad de La Toma proviene de la toma de agua construida en 1850 en el Río Rosario por el hacendado francés Carlos Bett.