Testimonio de la antigua ocupación humana de estas tierras, el Parque Nacional Sierra de las Quijadas resguarda a pocos kilómetros de su portal de ingreso, un atractivo sitio arqueológico caracterizado por la existencia de más de veinte hornillos que habrían sido utilizados por los Huarpes para la producción de piezas cerámicas.
Uno de los hornillos ha sido acondicionado permitiendo la visita del público con asistencia de guías habilitados, opción que se ha convertido en ineludible dentro del área protegida.
Restos fósiles de dos especies han sido hallados dentro del área protegida por el Parque Nacional Sierra de las Quijadas. Se trataría de dos tipos de Pterosaurios, también conocidos como Lagartos Alados. Uno de los ejemplares posee una dentición peculiar caracterizada por barbas que a modo de red, habrían servido al animal para retener los microorganismos de los que se alimentaba filtrando agua.
Pueden contemplarse también en este territorio huellas fosilizadas de dinosaurios. Para acceder a este atractivo se requiere de resistencia física y guía habilitado.