El origen de esta villa veraniega retrotrae al 1792, año en que se firma en la ciudad de San Luis la escritura de arrendamiento por medio de la cual los herederos de Don José Sosa otorgan a Don José Rocha un terreno situado en el paraje denominado, hasta entonces, Las Tapias, y a la vera de un río de considerable caudal. Este acuerdo encontraba su fundamento en la necesidad de construcción de un “trapiche” para pulverizar el oro bruto que se extraía de las minas de La Carolina.
Lo que se trató en un principio de un Molino hidráulico destinado a moler minerales, vería luego el surgimiento de un Molino Harinero, y progresivamente el desarrollo de una villa que llevaría el nombre de El Trapiche, en memoria de su punto de surgimiento.
Por su parte, la historia de La Florida comienza con los asentamientos aborígenes en la zona y la posterior llegada de los primeros europeos. Ya en el Siglo XX, el espacio delimitado por los ríos Trapiche, Grande y Quinto, comenzó a ser elegido por los puntanos como centro de veraneo, construyéndose finalmente el Dique La Florida, en la confluencia de los cursos mencionados, y determinándose con esto el desarrollo de una villa turística.