Se encuentra emplazado en la cuenca del Chorrillo, sobre el río Potrero, conformado esencialmente por los arroyos “Los Molles” y “La Bolsa”, aunque recibe también el aporte de otros tantos arroyos y vertientes. Fue construido originalmente en 1860, pero una fuerte crecida lo destruyó, siendo reconstruido en 1876.
Actualmente cuenta con una superficie de 91has., una profundidad de 33m. y una capacidad máxima de 6.8Hm3.
Declarado Área Ecológica Protegida, se erige apto para la pesca de carpas y pejerreyes, y la práctica de deportes acuáticos sin motor.
Un sitio inevitable de admirar y disfrutar durante su estadía en Potrero de los Funes.
Centro de descanso y recreación que se alza en la margen del río del pueblo, específicamente en la costanera norte. Ideal para deleitarse con un día de campo, el balneario presenta asadores y todos los servicios indispensables, entre los que destacan sanitarios y proveeduría.
Durante la temporada de verano funciona allí la Pileta Municipal brindando todas las comodidades necesarias para el esparcimiento y el disfrute en medio de un paisaje encantador.
Refrescarse, dorarse al sol, disfrutar de la tranquilidad puntana, son algunos de los placeres que no puede negarse en Potrero de los Funes.
Garganta natural de unos 350m. de altura que debe su nombre a la presencia de una condorera desplazada hacia el norte por el avance urbano. Actualmente nidifican allí halcones, y es apostadero de jotes cabeza colorada y negra. El avistaje de aves y los safaris fotográficos encuentran en este sitio su paraíso de realización donde las bellezas naturales superan cualquier perspectiva esperada.
Sus laderas son óptimas, además, para la práctica de montañismo y diversas especialidades de cuerda, incorporando la adrenalina de la aventura a las actividades de este circuito.
Un espacio imperdible tanto para quien se encuentran en busca del descanso y la serena satisfacción, como para quien prefiere lanzarse hacia los riesgos de altura.
Se ubica a 18Km. de la ciudad de San Luis, antes de Potrero de los Funes.
Enmarcadas por un imponente entorno de helechos y plantas que cuelgan desde las pendientes, las aguas caen desde unos 15 metros de altura para rebasar en dos transparentes ollas. Una atractiva espuma blanca demuestra la fuerza del golpe y rápidamente desaparece repitiendo el espectáculo natural perpetuamente. Este mágico lugar debe su denominación al efecto que la luz del sol produce sobre las rocas –con alto contenido de mica- que se encuentran en el fondo de las ollas: una infinidad de monedas plateadas bajo el agua, eso es lo que puede observarse, eso es lo que parece, y por ello se llama Salta de la Moneda a este lugar perfecto y único perdido entre las sierras sanluiseñas.